jueves, 30 de marzo de 2017

AVENTURAS TERMOMÉTRICAS EN LA SIERRA NEVADA DE GRANADA. 3ª parte.


Desde finales del calcolítico se aventa la mies trillada para separar el grano de la paja.

3 notas sobre  El muñeco de paja Goya (1791-1792)*.

Hemos querido ordenar las mediciones termométricas  que Simón de Roxas tomó en la montaña granadina y dejó anotadas aquí y allá en sus cuadernos de campo.
Quedaron dispersas en el manuscrito y forman parte de los datos para las necesarias correcciones a las operaciones barométricas que Clemente, se disponía a realizar en su propósito de calcular con exactitud las alturas de las cimas de Sierra Nevada. 
Así las anotaciones resultan curiosas por ser expresión de ensayos con el aparato en grados de la escala Réaumur [ºC= 1,25 x ºR]  que Simón de Roxas va tomando, previos a su utilización para la corrección a la lectura barométrica que parece el fín último.
En la pág. 647 de la edición del Viaje, encontramos un cuadro con las observaciones hechas en Veleta y Granada el día 2 de agosto de 1805. En esa misma pág. hay una breve narración con detalles de la dificultosa operación. Igualmente dicho cuadro encontramos dos mediciones termométricas tomadas en Granada capital de las que no hemos encontrado otras referencias en el texto del diario. Las demás las hemos  entresacado del relato.
A destacar la originalidad de meter el termómetro en el agua de la fuente y anotar el dato junto a la temperatura del aire y al mismo tiempo hacer moverse rápidamente el instrumento para probarlo.
Las mediciones termométricas se hicieron reloj en mano y la secuencia de que podemos seguir por fechas y horas perfectamente dan una idea de la metodología prospectiva de nuestro viajero enfrentándose a la montaña con todos los medios a su alcance.





Hay dos anotaciones de la misma medición: la de las 12h. del día 23 de julio 1804, consignada  como la de las Minillas y como la fuente del haza de las Ánimas. Lo cual junto al error en las primeras fechas de la segunda ascensión (9 agosto de 1804) nos indican que Simón de Roxas no debió revisar a fondo estos materiales termométricos. 
Tras las extensas anotaciones que denomina Nivelación de Sierra Nevada (págs. 935 – 950) da la altura de Mulhacen en 4.254 varas 3pulgadas y 5 líneas, y tras convertirla a pies (suponemos de París) y a toesas finaliza:

Se comenzó en 10 de agosto de 1804 y se concluyó en 20 de septiembre de 1805. 

Lo cual corrobora que el ciclo de mediciones termométricas esta vinculado a las operaciones de nivelación de las cumbres de Sierra Nevada.
                                                                       oO0Oo


                                                                       




*3 notas sobre  El muñeco de paja. Goya (1791-1792).

1.Interesadamente considerar el almanaque y volviendo a las expresiones del fundamento físico del orden natural la alegoría de la temperatura.

La figura arquetípica del muñeco de paja,  ni en el aire puede resistirse a la gravedad terrestre, que le retiene invisible de los brazos desde los dedos de las manos.
Subirá y bajara mientras dure el juego [el ciclo anual de la vegetación] manteado por las cuatro estaciones.
Por un momento el espectador ve la sonrisa de la Dama [Deva] del Verano entre las piernas en el aire del muñeco, frente a ella con delantal, corpiño y tocado negro Invierno. A su derecha Primavera destacada en su fondo de naturaleza exuberante, las aguas, el bosque… Contrapuesta pero próxima, en la otra orilla del almanaque, la umbrosa heredad sirve de fondo a la Dama de Otoño.
Así orientado el mandala  con sus líneas dinámicas activadas se quiere propiciatorio y conjurador de las alternativas climáticas estacionales: la bondad de la estación en las culturas mediterráneas.
Desde la agitada liturgia del mundo antiguo el rito se acomodó en el folklore festivo de carnaval en muchas localidades españolas. Goya refuerza la ubicación terrestre situando la escena en un prado en declive hacía el borde de un rio caudaloso, pero como base de la fachada exterior de la composición sitúa una discontinuidad del suelo  del prado que muestra la tierra desnuda, más acá de la cual solo hay un mundo posible: el del espectador.
La acción está en otro mundo que tiene cosas de este. De hecho es una invitación al otro lado excitando continuamente nuestra curiosidad perceptiva, por ejemplo nos hace dudar de si es una torre o una chimenea la edificación que se adivina entre los árboles, pero nos refuerza con la sólida heredad que apenas muestra, el simbolismo de las ubicaciones terrenales. E indudablemente uno o unos malos años seguidos, pueden comprometerla.
Hay formas energéticas en el cielo, en las zonas de contacto de las nubles blancas, azul suave y azul más intenso.
Es imposible no querer abrazar al muñeco y sujetar su cabeza.

2. Texto sobre Pero Palo
 http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.php?ID=3513




3. Texto Lao Tse